No temas Poeta,
no fue en vano tu sacrificada existencia,
todavía permanecen legibles las seculares tintas de tu gigantesco esfuerzo;
tu esencia fecundó las conciencias del ser,
y de las ruinas de tu vestigio se erigen hombres cada vez más profundos y perfectos,
ciclo tras ciclo.
Nada fue en vano.
Yo tampoco temo ya al porvenir,
cuando la luz exhale su último hálito, y un puño de roca y lava impacte contra la esfera reduciendo toda vida a fino polvo de piedra y gas,
añicos de atomo, imperceptibles partículas migrarán durante milenios a través del infinito desierto de silencio y sombra
como despavoridos pájaros huyendo del frío eterno.
Pero nada será en vano.
Pues cuando por fin, a millones de años luz de su origen,
la ruina de nuestro acervo se aparee en colisión con otro escombro estelar a orillas de una galaxia ignota,
circulará en derredor de su calor hasta esculpirse en materia de vida nueva.
Y ese nuevo pálpito, Poeta, seguirá siendo entonces
vector de nuestra delicada Esencia.
[…] Son los adjetivos más ajustados que encuentro al nuevo trabajo de Rafael Lechowski. Es la segunda entrada que dedico a los versos del compositor zaragozano, ex Flowklorikos. La diferencia es que esta vez […]